Las filtraciones masivas de datos a gran escala y el consiguiente auge de la llamada "web oscura (dark web)" han puesto en peligro los métodos tradicionales de verificación de identidad y autenticación. Las falsificaciones de identidad, los bots y los ataques avanzados de suplantación de identidad asistidos por la IA generativa en rápida evolución han hecho que la prueba de vida sea una característica imprescindible en cualquier solución de verificación basada en la biometría.
Jumio integra la prueba de vida de última generación para aumentar la seguridad de sus sistemas biométricos y contrarrestar las vulnerabilidades bien documentadas en tecnologías de detección de actividad menos eficaces. Utilizando algoritmos impulsados por la IA, Jumio detecta de forma segura si una muestra de autenticación biométrica es un ser humano vivo o una representación falsa.
¿Es el documento de identidad auténtico y válido?
¿La persona que sostiene el documento de identidad es la misma que aparece en la foto del documento? ¿Está físicamente presente mientras se realiza la operación?
Jumio calcula el riesgo de fraude y aprueba o rechaza la transacción de identidad en segundos basándose en sus tolerancias de riesgo predefinidas.
Tecnología basada en IA
Los algoritmos de la prueba de vida utilizan redes neuronales para ayudar a defenderse contra los estafadores, el robo de identidad y los intentos de suplantación de identidad para aumentar la prevención del riesgo de fraude.
Alta seguridad
La tecnología de prueba de vida de Jumio ha superado las pruebas del laboratorio acreditado iBeta de NIST/NVLAP para la detección de ataques de presentación ISO.
Tecnología avanzada para selfies
La prueba de vida de Jumio simplemente requiere que el usuario sostenga su dispositivo móvil en un ángulo natural. A continuación, la aplicación realiza la detección de actividad y antifalsificación utilizando tecnología avanzada de selfie para garantizar que el usuario es real (no una foto, vídeo o copia en papel), que no lleva una máscara y que está físicamente presente en el momento de la detección.
Experiencia de usuario intuitiva
Tan fácil como hacerse un selfie, los usuarios solo tienen que centrar su cara en la pantalla. No hay patrones complicados que seguir ni trucos basados en gestos, como pedir al usuario que parpadee, mueva los ojos o diga un código de acceso aleatorio, ya que estas técnicas añaden fricción a la experiencia y además son fáciles de engañar con tácticas básicas de suplantación de identidad.